•
-! Mira bien por donde caminas, viejo ciego ¡–le dijo el calvo.
•
-Te ruego que me disculpes, no era mi intención lastimarte –contesto el
filósofo. sin ningún respeto, el calvo siguió hablando:
¡No
hay disculpas, cegatón! ¿te la quieres dar de educado?¡vete al infierno,
anciano
Tranquilamente,
Diógenes hablo:
-No acostumbro a
contestar un insulto con otro. ¡Que los dioses no lo permitan! Pero si debo
facilitar a tus cabellos.
Descargue el recurso:Diogenes y el calvo
0 comentarios:
Publicar un comentario